La metodología BIM
También denominada (Building Information Modeling) ha dejado de ser una promesa de futuro para convertirse en una herramienta estratégica en el presente de la ingeniería civil y la construcción. Su implantación en proyectos de infraestructuras, ya sean carreteras, obras hidráulicas, proyectos urbanísticos, ferrocarriles o movimiento de tierras, incluso desarrollo de infraestructuras logísticas, está generando transformaciones profundas en la forma de diseñar, ejecutar y gestionar los activos.
Qué aporta BIM a un proyecto de infraestructura
A diferencia de los métodos tradicionales basados en planos 2D, la metodología BIM se basa en una representación digital tridimensional (Gemelo Digital) de la infraestructura que no solo muestra la geometría, sino que integra datos técnicos y funcionales. Esta capa de información permite a los equipos de trabajo tomar mejores decisiones desde las primeras fases del proyecto, a partir de análisis sobre el modelo y, de esta manera, anticiparse a posibles errores y optimizar recursos.
Coordinación entre disciplinas: un salto cualitativo
Uno de los aspectos más valorados por los profesionales que trabajan con BIM es la coordinación multidisciplinar. En un mismo entorno colaborativo pueden integrarse estructuras, instalaciones, drenaje, firmes, señalización o paisajismo, trabajando sobre modelos federados que permiten identificar interferencias (sobre un modelo de coordinación) antes de que lleguen a la obra.
Ahorro de tiempo y control de plazos
El uso de BIM también tiene un impacto directo en los plazos de ejecución. Al permitir simular en un modelo 4D las secuencias constructivas, los equipos de obra pueden anticipar las compras, acopios, la logística, planificar entregas, gestionar interferencias temporales y optimizar rendimientos.
Costes bajo control desde el diseño
Con BIM, el control económico (5D) del proyecto se integra durante el diseño. Cada elemento del modelo puede tener asociada una unidad de coste, lo que permite generar presupuestos dinámicos, estimar inversiones por fases o analizar distintos escenarios constructivos en función del presupuesto disponible.
Mantenimiento, sostenibilidad y ciclo de vida
Otro valor diferencial de BIM es su aplicación más allá de la obra. Los modelos pueden utilizarse para la gestión del mantenimiento y la operación de infraestructuras, permitiendo planificar actuaciones futuras, optimizar la explotación o facilitar la trazabilidad de los activos.
Una apuesta estratégica para el sector
En el contexto actual, trabajar con metodología BIM no es solo una cuestión técnica, sino una decisión estratégica. En España, cada vez más administraciones públicas están exigiendo su uso en proyectos de infraestructuras, y a nivel internacional se ha convertido en un estándar de calidad, interoperabilidad y transparencia.
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